El expresidente de Bolivia, Evo Morales, lanzó este lunes duras críticas al gobierno de Luis Arce tras el anuncio del Ejecutivo de desplegar a las Fuerzas Armadas para apoyar el desbloqueo de carreteras en medio de las protestas sociales.

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Morales llamó a los militares «a no prestarse a decisiones políticas que pueden tener consecuencias legales e históricas», advirtiendo sobre el uso inconstitucional de las Fuerzas Armadas para reprimir manifestaciones.

A través de un comunicado difundido en redes sociales, Morales acusó al presidente Arce de desviar la atención sobre la crisis económica que atraviesa el país. “Hace dos años que el pueblo vive una profunda crisis de combustible, pero ahora pretende culpar a la protesta social. En 2025 enfrentamos la inflación acumulada más alta de los últimos 40 años y acusa a los comerciantes. Bajo su gestión se puso fin a 11 años de estabilidad cambiaria, no hay dólares, y responsabiliza a los exportadores”, afirmó el exmandatario.

Morales sostuvo que el gobierno ha optado por la represión en lugar del diálogo y denunció que los operativos conjuntos entre policías y militares violan la Constitución. “La respuesta del Gobierno no es diálogo, sino represión. Ha desplegado operativos conjuntos entre policías y militares, a pesar de que la Constitución prohíbe que las Fuerzas Armadas se usen como instrumento de represión contra el pueblo”, señaló.

“Nosotros no buscamos violencia, pero tampoco aceptamos que se criminalice el derecho a la protesta. La movilización y el bloqueo son expresiones legítimas de resistencia ante un gobierno que ha cerrado los canales democráticos y traicionado el mandato popular”, añadió Morales, quien pidió además a los organismos internacionales y defensores de derechos humanos que se mantengan alertas ante lo que considera una “peligrosa deriva autoritaria”.

En respuesta, el Comando General del Ejército emitió un comunicado oficial rechazando “declaraciones falsas que buscan confundir a la opinión pública y generar confrontación con el pueblo boliviano”.

El pronunciamiento asegura que los comandantes de las distintas unidades militares no han planificado ni ejecutarán acciones ilegales contra infraestructuras civiles ni contra la vida de personas.

“El Ejército Boliviano expresa su más enérgica condena y rechazo a estas declaraciones falsas que ponen en riesgo la integridad física de nuestros comandantes, del personal militar y de sus familias”, afirma el documento, que recalca el compromiso institucional de actuar en el marco de la legalidad, la Constitución, la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas, los tratados internacionales y los derechos humanos.

Asimismo, el comunicado destaca que la formación de los comandantes se basa en estándares técnicos, tácticos y estratégicos, y subraya el “apego irrestricto” a las normas que rigen la doctrina militar en el país.

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