Colombia se encuentra en máxima alerta tras una serie de atentados simultáneos que sacudieron la ciudad de Cali y el municipio de Villa Rica, en el departamento del Cauca. Las explosiones, dirigidas principalmente contra establecimientos policiales, han generado conmoción y preocupación en la población.

Según reportes de medios locales, la Policía Metropolitana de Cali confirmó que los ataques con explosivos afectaron varios sectores de la capital del Valle del Cauca. Uno de los incidentes más graves tuvo lugar en el barrio de Meléndez, a escasos metros de la estación de Policía, donde una bomba estalló, dejando un saldo preliminar de un fallecido y varios heridos.

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La institución policial informó sobre otros dos ataques en la ciudad. Uno de ellos se produjo en el barrio Los Mangos, donde se reportaron daños materiales. El otro tuvo lugar en el barrio Manuela Beltrán, donde se desconoce el número exacto de lesionados.

Además de los incidentes en Cali, también se registraron explosiones en el municipio de Villa Rica, ubicado en el departamento del Cauca, lo que sugiere una posible coordinación entre los ataques.

El alcalde de Cali, Alejandro Eder, se refirió a la escalada de violencia en la ciudad, denunciando que «los delincuentes pusieron una bomba no solo al frente de una estación de policía», sino en un barrio comercial, con el objetivo de «matar caleños».

En una entrevista con Blu Radio, Eder señaló que la detonación se produjo a las 8:30 a.m., «cuando hay gente en la calle». El alcalde también lamentó que, desde hace un año y medio, han denunciado la presencia de un grupo disidente llamado Jaime Martínez en Jamundí, donde «tienen además 10.000 hectáreas de coca sembrada como si nada«.

Las autoridades colombianas han desplegado un operativo de seguridad en la zona y han iniciado una investigación para determinar la autoría y las motivaciones detrás de estos atentados. La situación se mantiene en máxima tensión mientras se evalúan los daños y se brinda atención a las víctimas.

A través de un comunicado, la Tercera División del Ejército Nacional rechazó estos hechos terroristas y precisó que ocurrieron los corregimientos de El Bordo en Patía, Corinto, Caloto, Morales y Buenos Aires (departamento del Cauca), así como en Cali, Jamundí y Buenaventura (Valle del Cauca).

Añadió que, gracias a la colaboración de civiles, se detuvo al conductor de una camioneta que al parecer iba a ser acondicionada con explosivos y a dos presuntos integrantes de las disidencias de las FARC al mando de alias Iván Mordisco, que serían los responsables del ataque perpetrado en Corinto, Cauca.

Ola de violencia sacude el país

La tensión en Colombia se agudiza con el reciente atentado contra el precandidato presidencial del partido Centro Democrático, Miguel Uribe Turbay, quien permanece en «estado crítico» aunque estable, según la Fundación Santa Fe.

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, señaló a la mafia internacional del narcotráfico como responsable del ataque. «Hasta ahora y solo como hipótesis, pero con indicios muy fuertes que han llegado a dirigentes muy altos de la oposición y a nosotros, es que el autor del atentado sería la mafia con asiento internacional», afirmó Petro.

Ante esta situación, el Presidente ordenó el incremento de la seguridad de dirigentes opositores como el expresidente Álvaro Uribe, la senadora María Fernanda Cabal, la precandidata Vicky Dávila y el abogado Abelardo de la Espriella.

Petro sugiere que estos ataques son represalias por los golpes que ha sufrido el narcotráfico durante su Gobierno, apuntando a una «junta del narcotráfico con asiento en Dubái y Colombia».

Este incidente ocurre en un contexto de creciente violencia en algunas regiones de Colombia, donde grupos armados ilegales mantienen su presencia y disputan el control territorial.

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