¿Qué se sabe de los bombardeos sionistas contra Irán?
Los ataques de la entidad sionista contra Irán dejaron un saldo de 78 muertos y 329 heridos. Foto: EFE
13 de junio de 2025 Hora: 12:31
Durante la madrugada de este viernes, 13 de junio, Israel lanzó una oleada de ataques aéreos contra Irán. Los bombardeos destruyeron infraestructura civil en la capital, Teherán, así como plantas de energía nuclear y otras instalaciones militares a lo largo del país.
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En los meses anteriores, las tensiones entre Irán e Israel habían escalado notablemente. Irán intensificó su programa nuclear (enriqueciendo uranio al 60% de pureza) pese a la presión de EEUU y la ruptura del acuerdo de 2015.
Esta ofensiva coincide con la guerra en Gaza: Israel, aliado principal de Washington, libraba desde octubre de 2023 una cruenta campaña contra Palestina. Varias fuentes recordaron que Israel llevaba semanas amenazando un ataque preventivo a instalaciones nucleares iraníes.
Los preparativos en Tel Aviv
Horas antes de la ofensiva, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, convocó a su gabinete de seguridad en medio de crecientes rumores de ataque. Medios israelíes informaron que la operación buscaba eliminar a altos dirigentes iraníes.
El secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, negó cualquier participación estadounidense: «Israel lanzó una operación unilateral contra Irán y no estamos participando en este ataque».
Ataque sobre Irán
Al despuntar la madrugada del viernes 13 de junio, la Fuerza Aérea israelí lanzó un bombardeo masivo contra Irán. El régimen sionista llevó a cabo más de 300 ataques en múltiples puntos, incluyendo Teherán. Según fuentes iraníes, se registraron al menos 20 explosiones en la capital y sus alrededores, activando la defensa aérea y cerrando el espacio aéreo.
Las imágenes publicadas mostraron edificios residenciales y estructuras civiles colapsadas en diversos barrios de Teherán. En paralelo, estallaron explosiones en varias otras ciudades: por ejemplo, Natanz (clave para el programa nuclear), Isfahán, Arak, Kermanshah y Tabriz (en el noroeste) fueron golpeadas en los primeros minutos del ataque.
En concreto, Israel afirmó haber alcanzado y dañado instalaciones del complejo nuclear de Natanz (dañando sus estructuras subterráneas de enriquecimiento).
- Lugares atacados: informes internacionales confirmaron ataques en Teherán (particularmente barrios residenciales y sitios militares), en la planta nuclear de Natanz y en centros de investigación en Khondab (Isfahán) y Khorramabad; también se reportaron explosiones en Tabriz, Isfahán, Arak y Kermanshah.
- Daños materiales: además de los edificios civiles derribados en Teherán, el ejército israelí destruyó «docenas de radares y lanzaderas antiaéreas» de Irán. Irán confirmó que la principal planta de enriquecimiento sufrió daños severos, aunque afirmó que no hubo víctimas en la instalación.
- Pérdidas humanas: sumado a las pérdidas materiales, los ataques sionistas quitaron la vida de aproximadamente 78 personas mientras 329 ciudadanos resultaron heridos entre las víctimas se encontraban , Mohammad Mehdi Tehranchi y Fereydoun Abbasi, como “importantes científicos nucleares». De la misma manera fueron ultimados los generales, Hossein Salami (Guardia Revolucionaria), Mohammad Bagheri (Estado Mayor), Amir Ali Hajizadeh (programa de misiles) y Gholam Ali Rashid (base Khatam ol-Anbiya)
Fotos: EFE
Las autoridades israelíes defendieron el ataque como una acción “preventiva” dirigida a destruir el programa nuclear y militar iraní.
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, lo calificó de «operación preventiva», mientras Netanyahu señaló que el objetivo era “golpear la infraestructura nuclear y fábricas de misiles” de Irán. En un mensaje pregrabado Netanyahu invocó la memoria del Holocausto para justificar la operación como necesaria ante una “amenaza existencial futura”.
Condena de Irán y promesa de respuesta
Pocas horas después del bombardeo, las autoridades iraníes reaccionaron con indignación. El gobierno y el Supremo Líder Ali Jamenei calificaron la agresión de «acto terrorista» y «crimen sanguinario», prometiendo una “respuesta severa” y “castigos amargos” contra Israel.
En rueda de prensa Khamenei declaró que el “régimen sionista” había revelado su «naturaleza pérfida» al atacar zonas residenciales, y que se había preparado un “destino amargo y doloroso” con este ataque criminal.
El comunicado oficial señaló que entre los fallecidos hubo ciudadanos iraníes (incluyendo mujeres y niños), así como generales de alto rango y científicos nucleares.
De hecho, Irán confirmó la muerte de comandantes de las fuerzas armadas, generales de la Guardia Revolucionaria (como el jefe de la fuerza aeroespacial, Amir Ali Hajizadeh) y varios científicos nucleares.
En su mensaje a la nación, Khamenei enfatizó la continuidad del esfuerzo nuclear y militar: “sus sucesores y colegas retomarán inmediatamente su trabajo”, advirtiendo que la violación de la soberanía iraní sería un «pecado imperdonable» para Israel.
El vocero militar Abolfazl Shekarchi también advirtió que Israel pagaría un “precio muy alto” por esta agresión. Irán denunció además la «hipocresía occidental» al guardar silencio ante el ataque mientras predican derechos humanos.
Reacciones internacionales
A las 05:10 GMT, el embajador iraní en la ONU pidió una reunión urgente del Consejo de Seguridad para condenar la “violación flagrante” de la Carta de la ONU que supone el bombardeo israelí. En su carta, Iravani alertó que estos ataques con apoyo de EEUU amenazan la paz regional e internacional.
Varios líderes de América Latina expresaron solidaridad con Irán: por ejemplo, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, denunció “enérgicamente” los ataques israelíes que «ponen en peligro la paz y la seguridad internacional».
La Cancillería de México manifestó “profunda preocupación” y exhortó a evitar acciones que pongan en riesgo a la población civil.
El gobierno de Venezuela emitió un comunicado calificando la ofensiva de Israel como “agresión criminal” y violación del derecho internacional. En sus palabras oficiales, Caracas reiteró su “firme solidaridad” con Irán y recordó que “no habrá paz sin justicia”, pidiendo detener la “locura armamentista” de Israel.
Nicaragua, por su parte, condenó «enfáticamente» la “temeraria agresión” de Israel, alertando que este ataque irresponsable arriesga al mundo a un conflicto de proporciones incalculables.
Voces de otros continentes también se alzaron. Rusia expresó su “preocupación” y condenó la “aguda escalada de tensiones” tras el bombardeo israelí. China declaró oponerse a cualquier violación de la soberanía iraní y alertó que una escalada repentina no beneficia a nadie.
Australia y Nueva Zelanda también manifestaron alarma: la ministra australiana Penny Wong urgió la “moderación” para evitar desestabilizar más la región, y el gobierno neozelandés calificó la agresión de “evolución indeseable” en Medio Oriente, pidiendo evitar errores de cálculo.
Incluso Japón señaló que realizará gestiones diplomáticas para contener la escalada y proteger a sus ciudadanos en la zona. En conjunto, la ONU y diversos organismos llamaron a la contención y la vía diplomática ante este peligroso aumento de hostilidades (aunque, en general, Occidente evitó condenar a Israel de forma explícita).
Irán responde
Para cuando Israel levantó la alerta en sus refugios, los medios israelíes informaron que Irán había lanzado aproximadamente 100 drones kamikaze hacia territorio israelí en represalia. El portavoz militar israelí afirmó que la mayoría de esos drones fueron interceptados y destruidos por la defensa aérea.
Esta respuesta iraní, reivindicada por los Guardianes de la Revolución como “una legítima defensa ante los crímenes sionistas”, no causó daños significativos reportados en Israel, pero elevó la tensión. Al mismo tiempo, teheraneses advertían que continuarían su derecho a defender «agua, suelo, aire y pueblo» de nuevas agresiones.
Este ataque israelí, el más amplio contra Irán desde la Guerra Irán-Irak, ha generado temores de un conflicto aún mayor. El aumento del precio del crudo (subió casi 8% ante la crisis) destacó las posibles repercusiones económicas globales.
Muchos analistas advierten que la “escalada sin precedentes” podría arrastrar a otros países y grupos armados al conflicto, obligando a los ejércitos de la región a elevar su alerta. El golpe buscó, según Israel, neutralizar una amenaza nuclear percibida; pero según Irán y sus aliados esa justificación carece de legalidad y es parte de un patrón intervencionista.
Autor: teleSUR-CC
