Bajo el lema «Seguiremos apoyando a Gaza y los lugares sagrados, cualesquiera que sean los desafíos», ciudadanos de diversas cidades, entre ellas Saná, capital del país, Taiz y Al Mahwit, marcharon para reafirmar una vez vez su apoyo inquebrantable a la causa del pueblo palestino y su contundente rechazo a las agresiones de Israel contra países de la región.

En la Gobernación de Saná, los manifestantes alzaron banderas yemeníes y palestinas, coreando consignas que denuncian los «crímenes de Israel» en Gaza, su bloqueo a la ayuda humanitaria y el «vergonzoso silencio árabe, islámico e internacional» ante el genocidio. Esta movilización masiva es un reflejo de la profunda solidaridad del pueblo yemení con la causa palestina y su rechazo a la impunidad de los crímenes de ocupación.

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Un punto central de las manifestaciones fue la enérgica condena a la brutal agresión de Tel Aviv contra la República Islámica de Irán, los participantes afirmaron su solidaridad con el pueblo iraní y su legítimo derecho a responder a esta «flagrante agresión», expresando condolencias por el martirio de líderes militares y eruditos. La declaración de los manifestantes de Saná subrayó la confianza en la capacidad de Irán no solo de perseverar, sino de «enseñar al enemigo sionista las lecciones más duras».

Desde Taiz, que congregó a sus habitantes en 44 plazas, y Al Mahwit, con 74 marchas simultáneas, el mensaje fue el mismo: continuar la movilización y el apoyo a la resistencia palestina frente a la maquinaria de agresión. Los comunicados emitidos desde estas movilizaciones hicieron énfasis en la grave situación humanitaria en Gaza, la «ingeniería de hambruna» perpetrada por las fuerzas sionistas y estadounidenses, y el plan «criminal malicioso» para encubrir estos crímenes.

Las marchas yemeníes también dirigieron un contundente mensaje a los regímenes árabes e islámicos que continúan enviando barcos al «enemigo sionista». «¿No les da vergüenza ver a activistas de todo el mundo intentando romper el asedio a Gaza, aunque sea solo simbólicamente, mientras al mismo tiempo están rompiendo continuamente el asedio al enemigo sionista?», cuestionaron los manifestantes. «Si no teméis a Dios ni su castigo, al menos avergonzaos de la maldición de la historia y del ennegrecimiento de los rostros en este mundo antes del más allá.»

La movilización popular yemení también expresó gratitud por el éxito de los recientes ataques de las fuerzas armadas de Yemen y la continuidad del bloqueo naval y aéreo contra el enemigo, instando a intensificar esfuerzos para desarrollar capacidades y operaciones. El pueblo yemení reafirma su «mandato absoluto» al líder de la revolución, Sayyed Abdul-Malik Badr al-Din al-Houthi, para tomar las decisiones que considere apropiadas en apoyo a la causa palestina.

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